“La familia es la fuente de toda fraternidad y por eso es el fundamento y el camino primario de la paz, ya que, por vocación, debería contagiar al mundo con su amor.”
[Papa Francisco]
Bienaventurados
Comenzamos el Adviento, y con éste un nuevo año litúrgico.
El Tiempo ordinario, a pesar de no ser un “tiempo fuerte” del año litúrgico como el Adviento, la Cuaresma o la Pascua, es un tiempo importante, tan importante que sin él, la celebración del misterio de Cristo y la progresiva asimilación de los cristianos a este misterio se verían reducidos a puros episodios aislados. Quedarse tan sólo con los “tiempos fuertes” significa olvidar que el año litúrgico consiste en la celebración sagrada, en el curso de un año, del entero misterio de Cristo y de la obra de la salvación.
Vivir el tiempo ordinario como un tiempo de celebración implica el deseo de madurar nuestra Fe, dejándonos guiar por Cristo y por la voluntad de Dios. Significa encontrar a Dios en nuestro día a día, en nuestras tareas ordinarias. Pero no siempre sabemos cómo lograrlo, no siempre sabemos cómo ver a Dios en el trabajo, en nuestros estudios o en los momentos que no son “fuertes”. Ante este reto de Fe, existe un pro-grama para hacer de nuestra vida un testimonio del acontecer de Dios en nosotros: las bienaventuranzas. Si logramos vivir el espíritu de las bienaventuranzas en nuestro tiempo ordinario, lograremos vivir el entero misterio de Cristo.
La familia, camino hacia la unión con Dios
Dice el Papa Francisco, en su Exhortación Apostólica Amoris Laetitia, que “una comunión familiar bien vivida es un verdadero camino de santificación en la vida ordinaria y de crecimiento místico, un medio para la unión íntima con Dios. Porque las exigencias fraternas y comunitarias de la vida en familia son una ocasión para abrir más y más el corazón, y eso hace posible un encuentro con el Señor cada vez más pleno”.
No necesitamos alejarnos de nuestra realidad más cercana para abrir el corazón hacia el encuentro con Jesús. Es en nuestra familia, en lo ordinario, donde debemos comenzar a aplicar el programa de las bienaventuranzas; donde debemos bus-car al Señor con nuestros actos de Caridad y de Amor.
¿Cómo es tu vida en familia? ¿Estás sembrando el amor en ella? ¿Qué podrías hacer para lograr en ella el encuentro con el Señor?
Próximas fechas:
17 de febrero—Encuentro con la Hermandad de la Salud,
24 de febrero—Presentación Cartel Ubi Caritas 2017