Este grupo de mártires maristas forma parte de un total de 524 personas, testigos de la fe y mártires en la España del siglo XX, que serán beatificados en Tarragona (España), el domingo 13 de octubre de 2013. Se trata de las Causas de los H. Crisanto, Aquilino, Cipriano José y 65 compañeros (dos de los cuales, laicos), mártires en España entre los años 1936 y 1939. Lo que tenían en común era una fe profunda que dio sentido a sus vidas y, llegado el momento, también a sus muertes. Inspirados por María, seguidores de Champagnat, hoy nos interpelan a nosotros, que vivimos en los albores del siglo XXI (tomado de la Hoja Informativa Marista Mediterránea, nº 183).
Los Provinciales de las cuatro Provincias Maristas con obras en España, nos animan, en una carta conjunta, a vivir este acontecimiento desde la fe y el reconocimiento a nuestros mártires que, en coherencia con su vida, la entregaron en aras de la fe que profesaban. Por eso hoy son “Testigos de la fe”, como reza el lema marista de la beatificación.
Entre estos nuevos Beatos que la Iglesia nos propone como modelos de fe y compromiso, se encuentran seis miembros de la Comunidad de Hermanos Maristas del Colegio de Málaga: H. Guzmán , H. Teógenes, H. Luciano, H. Pedro Jerónimo, H. Fernando María y H. Roque.
Precisamente, el H. Guzmán, Director del Colegio en el momento de estallar la Guerra Civil y que en 1924 había sido co-fundador del Colegio de Málaga, es recordado en una de las imágenes del trono de Nuestra Señora de la Caridad, en la esquina trasera izquierda.
Para un mayor conocimiento de los seis mártires maristas de la Comunidad de Málaga, adjuntamos un artículo escrito por Antonio Clavero Barranquero, antiguo alumnos, autor del libro La represión religiosa 1936-1939. Los Hermanos Maristas de Málaga.
Así mismo, invitamos a visitar la sección dedicada a las beatificaciones en la web oficial del Instituto de los Hermanos Maristas: http://www.champagnat.org/000.php?p=339
“Las brasas ardientes”, en palabras del hermano Emili Turú, que fueron y son nuestros mártires, nos interpelan fuertemente sobre el estilo y profundidad de nuestra vivencia de la fe, del seguimiento de Jesús y de nuestra vida cristiana y consagrada. Ojalá que este acontecimiento sirva para reavivar las brasas del compro- miso y consagración personales y comunitarios y nos estimule a entregar la vida por los demás día a día, gota a gota, servicio a servicio, momento a momento.
Carta de los hermanos provinciales de las cuatro provincias con obras en España. “Noticias Maristas”, Año VI – Número 284, 12 de septiembre de 2013.
Os dejamos Artículo de Antonio Clavero Barranquero, antiguo alumno Marista
Mártires Maristas de Málaga
El pasado 13 de octubre, en Tarragona, se celebró la Ceremonia de Beatificación de Mártires del siglo XX en España. Entre las causas que formaron parte de la citada beatificación se encuentra la del H. Crisanto, Marista, que conforma un grupo de 68 mártires, 66 hermanos y dos laicos. Entre los hermanos se encuentran los pertenecientes a la Comunidad Marista de Málaga, a saber, H. Guzmán (Perfecto Becerril Merino), H. Teógenes (Pedro Valls Piernau), H. Luciano (Mauro Álvarez
Renedo), H. Pedro Jerónimo (José Serret Anglés), H. Fernando María (Celedonio Martínez Infante) y H. Roque (Abilio Villarreal Abaza).
Durante el curso 1935‐36, la Comunidad Marista de Málaga estaba constituida por nueve hermanos, los seis citados más los hermanos Dalmiro, Isaías y Paulino León,
siendo director del colegio y superior de la Comunidad el H. Guzmán que, años antes, en 1924, había sido cofundador del colegio junto al H. Luis Onesíforo.
Terminado el curso y cuando los hermanos preparaban sus actividades para el verano, se suceden momentos convulsos que llevan a episodios de persecución
religiosa que terminan con el asesinato, entre otros muchos, de los hermanos citados, por el simple hecho de ser hombres de Dios y educadores de niños y
jóvenes.
Todo empieza el 22 de julio. La escuela es asaltada, pero no resulta ocupada. El H.Guzmán reúne a los hermanos y les aconseja que busquen refugio, repartiendo
entre ellos el dinero que quedaba. Los hermanos Fernando María, Dalmiro y Paulino León deciden quedarse en el colegio. Los hermanos Teógenes, Luciano y
Pedro Jerónimo se refugian en la pensión de Dña. Rosario Jurado, los hermanos Isaías y Roque en el Hotel Alhambra y el H. Guzmán en el Hotel Imperio.
Los primeros detenidos, el día 23 de agosto, son los hermanos que estaban en el colegio. Al llegar a la cárcel los ponen en el módulo de presos comunes y se dedican
a enseñar a leer y escribir a otros internos. El día 24 les toca al H. Guzmán y al H. Roque. El H. Isaías, tras no pocas vicisitudes, consigue refugiarse en el Consulado
de Méjico, en Villa Maya.
Los primeros en morir fueron los hermanos Teógenes, Luciano y Pedro Jerónimo que fueron detenidos y fusilados el día 27 de agosto.
El 24 de septiembre se produce la “saca” de presos más importante de las llevadas a cabo por la F.A.I. en estos meses. Los hermanos Fernando María, Dalmiro y
Paulino León, como estaban entre los presos comunes, son liberados, pero el H.Fernando María es reconocido al salir y es asesinado allí mismo. El H. Guzmán, que
se encontraba en el pabellón llamado “de los curas”, es sacado y fusilado junto a las tapias del cementerio. El H. Roque consigue salvarse, encerrándose en su celda y,
posteriormente, fue liberado por influencia de unos familiares del Cónsul de Méjico, en cuya casa se refugió.
Cuando la persecución había disminuido en su intensidad, el 18 de octubre, un hecho desgraciado unido a una calumnia infamante llevó a la detención y asesinato
del H. Roque.
Con esta muerte se cierra el círculo de sangre que rodeó a la Comunidad Marista de Málaga en aquellos fatídicos meses que van desde julio a octubre de 1936.
Esta Comunidad de Hermanos: Guzmán, Teógenes, Luciano, Pedro Jerónimo, Fernando María y Roque que, sin ser superhombres, queriendo vivir desde el
Evangelio, con María de referente de vida, como lo era para Champagnat, dedicados a ayudar a los niños y a los jóvenes, amaron mucho. Amaron tanto, que
hasta la vida se les fue de las manos.
Por todo esto, la Iglesia los ha elevado a los altares. Que ellos sean, para nosotros, los que fuimos sus alumnos, y para todos, un modelo de vida.
Hermanos Mártires Maristas de Málaga, rogad por nosotros
Antonio Clavero Barranquero
Antiguo Alumno Marista