Nuestra Señora de la Caridad ya está vestida de hebrea para el tiempo de Cuaresma que está próximo a comenzar.
Con el mismo ritual de siempre, las camareras se reunieron ayer para preparar la imagen de Nuestra Señora después de haber dispuesto la ropa y todos los elementos para su atavío.
El vestidor, David Anaya, ha puesto como siempre todo su cariño y devoción en la comprometida tarea de vestir a la Virgen. En esta ocasión el color escogido es el morado y una saya, estrenada en 2012 y realizada con un tejido traído de Tierra Santa por unas hermanas a la vuelta de una peregrinación a los Santos Lugares. Un tocado de tul completa el arreglo.
Mientras tanto, como cada vez que se cambia a la Señora, las camareras presentes y aquellas personas invitadas expresamente para compartir tan íntimo momento, estuvieron rezando. En esta ocasión -según nos cuenta la Camarera Mayor, María Rodríguez, quien se encarga de preparar y dirigir la oración- pidieron especialmente por los pueblos que sufren conflictos, guerras y terrorismo. Pusieron todo el dolor de tantas y tantas personas asesinadas, perseguidas, desplazadas, empobrecidas,… en las manos de la Virgen y le pidieron que intercediera ante el Padre Bueno para que siempre y en todo nos guíe el Amor.